La halitosis se define como el mal olor oral. Esto puede estar asociado a enfermedades sistémicas o enfermedad periodontal.

El mal olor que se asocia a enfermedad periodontal se debe a la producción de compuestos volátiles de azufre. Los olores orales son, mayoritariamente, consecuencia de productos intermedios del metabolismo bacteriano debidos a la colonización bacteriana de la placa, los surcos gingivales y la superficie dorsal de la parte posterior la lengua. Puede aparecer también como consecuencia de algo que el animal ha ingerido (por ejemplo, materia fecal).

En general, nuestra comprobación inicial es si el olor del animal se encuentra en el intervalo normal para la especie, edad, sexo, raza, longitud del pelo, etcétera. Aquellos que presentan halitosis muy intensa tienen un olor inconfundible. Lo siguiente que hay que valorar es si el paciente presenta un estado patológico asociado a ese mal olor.

Causas de halitosis.

Enfermedades orales.

  • Enfermedad periodontal (gingivitis, periodontitis, abscesos).
  • Neoplasias (melanoma, fibrosarcoma, carcinoma epidermoide).
  • Cuerpo extraño o traumatismos (fracturas, heridas por cable eléctrico).
  • Faringitis.
  • Estomatitis.

Enfermedades respiratorias.

  • Rinitis y sinusitis.
  • Neoplastias.
  • Neumonía o abscesos pulmonares.

Enfermedades dermatológicas.

  • Pioderma del pliegue labial.
  • Granulomas eosinofílicos.
  • Complejo pénfigo, penfigoide ampolloso, lupus eritematoso.
  • Erupciones por fármacos.
  • Linfoma cutáneo.

Enfermedades metabólicas.

  • Insuficiencia renal/uremia.
  • Cetoacidosis diabética.

Enfermedades gastrointestinales.

  • Megaesófago.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Insuficiencia pancreática exocrina.

Alimentarias.

  • Alimentos aromáticos (cebollas, ajo).
  • Productos alimenticios fétidos (carroña).
  • Coprofagia

Acicalamiento con lamido excesivo.

  • Saculitis anal.
  • Vaginitis/balonopostitis.

Problemas orales que causan halitosis.

De cualquier manera, la halitosis se asocia a enfermedad oral, como enfermedad periodontal, úlceras, queilitis, estomatitis o neoplasias. Las alteraciones esofágicas o gástricas ocasionan halitosis con menor frecuencia.

Un babeo excesivo puede venir originado por traumatismos que afectan a la cavidad oral, fracturas dentarias o fracturas mandibulares. Si la ruptura mandibular es bilateral, tiene lugar un babeo excesivo debido a que la parte más rostral de la mandíbula cae.

La enfermedad periodontal grave puede causar una inflamación significativa de la mucosa gingival y oral. Las ulceraciones pueden producirse en la mucosa en contacto con el diente, ocasionando dolor oral intenso y ptialismo (salivación).

La estomatitis, que con frecuencia se asocia a ptialismo, tiene varias causas subyacentes como factores locales, enfermedades inmunológicas, infecciones sistémicas, toxinas y deficiencias inmunológicas o nutricionales.

La presencia de tumores, granulomas eosinofílicos y lesiones granulomatosas en la cavidad oral dará lugar a procesos muy dolorosos mal olientes y causarán ptialismo. Las masas orales caudales o las que interfieran en el movimiento de la lengua pueden ocasionar dificultades para la deglución y un babeo excesivo.

Las úlceras linguales, con frecuencia, son dolorosas y pueden causar hipersalivación, que se acompaña de un olor característico en la cavidad oral. La irritación de la lengua puede estar causada por sustancias químicas o ambientales, infecciones virales, alteraciones metabólicas (uremia por problemas renales) o enfermedades metabólicas o tumores.

halitosis de las mascotas

Cómo atajar el problema.

Ante un caso de halitosis se debe explorar la base de la lengua, con el perro sedado si es necesario para descartar la presencia de una masa o de un cuerpo extraño. Los cuerpos extraños lineales pueden quedar atrapados alrededor de la base de la lengua y los penetrantes pueden causar respuestas inflamatorias intensas, dolor e hipersalivación.

La presencia de saliva teñida de sangre acompañada de halitosis indica casi siempre la presencia de una hemorragia en la cavidad oral y, con menos frecuencia, se asocia a sangrado del estómago o del intestino delgado, conducto nasal o pulmones.

La presencia de disfagia (dificultad para comer) se asocia con frecuencia a halitosis y viene provocada por lesiones a nivel faríngeo y se acompaña de babeo excesivo.

Del mismo modo, la presencia de halitosis puede ser provocada por el aumento de la glándula salival o necrosis.

Por lo tanto, el mal olor o halitosis que a veces percibimos de la cavidad oral de nuestros perros no es siempre provocado por enfermedades que de forma primaria asientan en la misma, por lo que será indispensable que nuestro veterinario realice los diagnósticos diferenciales pertinentes.