En el artículo anterior del blog hablábamos sobre la visión de los perros, así que ahora les toca el turno a los gatos.
Los ojos de los gatos son bastante similares a los humanos, pero la evolución ha hecho que su visión se enfoque en mejorar la actividad de cazar, depredadores por naturaleza. Para ello, los gatos necesitan percibir los movimientos de aquello que les rodea cuando hay poca luz y no necesitan distinguir una gran gama de colores para sobrevivir, pero aun así, no es cierto que solo vean en blanco y negro.
A decir verdad, ven peor que nosotros a la hora de enfocar objetos cercanos pero su campo de visión es mayor a grandes distancias y son capaces de ver en la oscuridad.
Para aclarar cómo ven los gatos, vamos a ir explicando las cosas punto por punto.
Los gatos tienen los ojos más grandes que nosotros.
El especialista en gatos y científico de la Universidad de Bristol, John Bradshaw, afirma que los ojos de los gatos son más grandes que los nuestros debido a su naturaleza depredadora.
El hecho de que los felinos salvajes (antecesores de los gatos) tuvieran que cazar para poder alimentarse y que esta actividad tuviera la máxima duración durante el día, hizo que sus ojos se fueran transformando y aumentando su tamaño, además de ubicarse al frente de la cabeza (visión binocular) para abarcar un campo de visión más amplio.
Los gatos ven 8 veces mejor con luz tenue.
Los felinos salvajes desarrollaron una visión nocturna entre 6 y 8 veces mejor que la de los humanos para poder realizar caza nocturna. Ven bien incluso con luz muy tenue, lo que se explica con la cantidad de fotoreceptores en la retina.
Además, los ojos de los gatos están formados por el tapetum lucidum, un tejido ocular que refleja la luz después de haber absorbido una gran cantidad y antes de llegar a la retina, lo cual hace que tengan una visión más aguda en la oscuridad y que sus ojos brillen en la penumbra. Por eso, cuando les hacemos una fotografía por la noche, los ojos de los gatos brillan.
Los gatos ven más borroso con luz diurna.
A pesar de que felinos y humanos compartimos el mismo tipo de fotoreceptores: los conos para distinguir los colores con luz intensa y los bastones para ver en blanco y negro con luz tenue; no están distribuidos de la misma manera; ya que en los ojos de los gatos predominan los bastones, mientras que en los nuestros tienen mayor proporción los conos.
Otra diferencia bastante importante es que, en los gatos, los bastones no se conectan directamente con el nervio ocular y, en consecuencia, directamente con el cerebro como pasa en los humanos, sino que se conectan primero entre ellos y forman pequeños grupos de células fotoreceptoras.
Por todo ello, la visión nocturna de los gatos es excelente en comparación con la nuestra, pero por el día son los felinos los que tienen una visión más borrosa y menos nítida, debido a que sus ojos no envían al cerebro a través del nervio ocular una información detallada sobre qué células tienen que estimular más.
Los gatos no ven en blanco y negro.
Hace tiempo, se creía que los gatos solo veían en blanco y negro, pero ese mito ya ha quedado relegado, porque múltiples estudios han demostrado que los felinos pueden distinguir de forma limitada algunos colores y dependiendo de la luz ambiental que haya.
Las células encargadas de percibir los colores son los conos. Nosotros tenemos 3 tipos diferentes de conos que captan la luz roja, verde y azul; en cambio los gatos solo disponen de conos que captan la luz verde y azul. Por lo tanto, son capaces de ver los colores fríos y distinguir algún color cálido como el amarillo pero no ven el color rojo que lo perciben como un gris oscuro.
Un elemento que también influye en la visión de los gatos es la luz, cosa que hace que cuanta menos luz haya, menos pueden distinguir colores los ojos de los gatos, por eso los felinos solo ven en blanco y negro en la oscuridad.
Los gatos tienen un campo de visión más amplio.
Según el investigador Nickolay Lamm, que ha realizado un estudio sobre la visión felina junto con la ayuda de varios oftalmólogos y veterinarios felinos, los gatos perciben un campo de visión mayor que el que percibimos las personas.
Los felinos tienen un campo de visión de 200 grados, mientras que los humanos tenemos uno de 180 grados, y aunque parece poca diferencia, es muy significativo si se compara la amplitud visual.
En esta fotografía se compara cómo ve un humano (arriba) y un gato (abajo).
Los gatos no enfocan bien de cerca.
Por último, es necesario valorar la nitidez con la que ven los gatos. Los humanos tenemos mayor agudeza visual en el enfoque de objetos cercanos porque nuestra visión periférica es menor que la de los gatos (20º en comparación con sus 30º).
Por ello, los humanos podemos enfocar con nitidez hasta una distancia de 30 metros y los felinos solo llegan a 6 metros. Sin embargo, la falta de visión periférica les ofrece una mayor profundidad de campo, cosa que es importantísima para un buen depredador.
En estas fotografías os mostramos otra comparación sobre cómo vemos nosotros de cerca (foto de arriba) y cómo ven los gatos (foto de abajo).
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